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¿Qué son las pilas comunitarias y cómo funcionan?
Las baterías comunitarias son sistemas compartidos de almacenamiento de energía que permiten a los vecindarios almacenar y utilizar colectivamente energía renovable. Contribuyen a reducir la dependencia de la red, disminuir los costes de la electricidad y aumentar la resiliencia energética. Al almacenar el exceso de energía solar o eólica, las baterías comunitarias optimizan la distribución de energía y fomentan la sostenibilidad, lo que las convierte en una solución eficaz para la gestión energética local.

Las baterías comunitarias son sistemas de almacenamiento de energía a gran escala compartidos por varios hogares o empresas de un barrio o distrito. A diferencia de las baterías domésticas individuales, sirven como depósito colectivo de energía, almacenando la energía sobrante generada por paneles solares u otras fuentes renovables. Esta energía almacenada se redistribuye durante los picos de demanda o cuando la generación renovable es baja, lo que reduce la presión sobre la red y disminuye los costes de la electricidad.
Estas baterías suelen utilizar tecnología de iones de litio o fosfato de hierro y litio (LFP), conocidas por su durabilidad y eficiencia. Cuando la producción de energía renovable supera el consumo local, el excedente se almacena en la batería. Durante los periodos de alta demanda o cortes de la red, la energía almacenada se descarga, proporcionando una energía fiable y rentable.
Las baterías comunitarias también sirven de apoyo a las centrales eléctricas virtuales (VPP) al agregar la energía almacenada de múltiples ubicaciones, lo que permite la participación en los mercados energéticos. Esto mejora la estabilidad de la red y proporciona beneficios económicos a los participantes.
Resumen
En general, las baterías comunitarias promueven la integración de las energías renovables, aumentan la independencia energética y fomentan las prácticas energéticas sostenibles.